
Daniel Morales: TET lo frena y el Congreso lo ignora
El intento del abogado Daniel Morales Díaz, presidente de la Barra de Abogados de Apizaco A.C., por entorpecer la candidatura de Elías Cortés Roa en el proceso electoral de magistraturas en el Poder Judicial Local, fue desechado de manera unánime por el Pleno del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET).
Lo mismo ha pasado en el Congreso del Estado de Tlaxcala en su pírrica intentona de someter al candidato Cortés Roa a juicio político, porque los diputados no han encontrado razones suficientes ni en las pruebas de los dichos ausentes de verdad de Morales Díaz.
Todo quedó en un circo mal armado para atacar a una sola persona.
Durante la sesión extraordinaria celebrada este martes, el TET atendió el Juicio de la Ciudadanía TET-JDC-050/2025, mediante el cual Morales Díaz buscaba impugnar el registro de Elías Cortés Roa, candidato a magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), bajo el argumento de que no contaba con buena reputación ni fama pública.
Sin embargo, el órgano jurisdiccional fue claro: Morales no tiene interés jurídico ni legítimo, ya que no es aspirante ni candidato dentro del proceso.
Es decir, no hay afectación directa a sus derechos político-electorales, por lo que la impugnación fue desechada.
La resolución se basó en los artículos 23 y 24 de la Ley de Medios de Impugnación en Materia Electoral del Estado de Tlaxcala, estableciendo la improcedencia por falta de interés legítimo del promovente.
Pero más allá de lo jurídico, el trasfondo político y personal es evidente.
Quien ha cargado con los costos de esta ofensiva es Elías Cortés Roa, actual presidente del TJA, a quien Daniel Morales ha intentado descalificar sistemáticamente desde que fue despedido del tribunal, promoviendo una narrativa sustentada más en el dolor de haber perdido un negocio millonario que en un sustento jurídico.
Más aún, ha llevado al extremo de evidenciar a quienes pertenecen a la Barra de Abogados de Apizaco A.C. si se conducen de la misma manera que su presidente.
Morales ha utilizado a representantes de los medios de comunicación como vehículos para sembrar duda, denostar trayectorias y fabricar una imagen de escándalo donde no lo hay, repitiendo la fórmula de la desinformación revestida de legalidad.
Es, en los hechos, una campaña personal que ha tomado como rehén a una institución y a un proceso histórico, como lo es la elección democrática de juzgadores en Tlaxcala.
El TET ha puesto orden. Ahora, la pregunta es si el resto de las instituciones también harán lo propio.
Porque no se trata solo de defender a un magistrado.
Se trata de evitar que la justicia sea manipulada como un instrumento de revancha personal.
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